Los mitos más comunes sobre los galgos

Los galgos, reconocidos por su elegante complexión y su historial en carreras, suelen ser malinterpretados. Existen muchos conceptos erróneos en torno a estos gentiles gigantes, lo que genera percepciones erróneas sobre su temperamento, necesidades de ejercicio y cuidados generales. Este artículo busca desmentir los mitos más comunes sobre los galgos, ofreciendo una comprensión más clara de esta raza única y cariñosa. Analizar estos conceptos erróneos ayudará a los posibles dueños a tomar decisiones informadas y a apreciar la verdadera naturaleza de estos perros.

Mito 1: Los galgos necesitan hacer ejercicio en exceso

Uno de los mitos más extendidos es que los galgos requieren mucho ejercicio. Si bien están hechos para la velocidad, sorprendentemente son perros de bajo consumo de energía en interiores. A menudo se les describe como «adictos al sofá a 72 km/h».

Lo cierto es que los galgos son velocistas, no maratonistas. Necesitan breves periodos de actividad intensa seguidos de largos periodos de descanso. Un par de paseos de 20 minutos al día, combinados con algunas oportunidades para correr en un área segura y cerrada, suelen ser suficientes.

Se conforman con pasar la mayor parte del tiempo descansando en casa. Esto los convierte en compañeros ideales para quienes no tienen tiempo ni energía para rutinas de ejercicio de alta intensidad.

Mito 2: Los galgos son agresivos

Otro error común es creer que los galgos son agresivos debido a su pasado como perros de carreras. Esto simplemente no es cierto. Los galgos son conocidos por su carácter apacible y dócil.

Se crían para perseguir, pero este instinto de presa es diferente de la agresión. Con un entrenamiento y una socialización adecuados, pueden coexistir pacíficamente con otros animales, incluyendo gatos y perros pequeños. Muchos galgos viven felices en hogares con varias mascotas.

Su carácter tranquilo y cariñoso los convierten en excelentes mascotas familiares. Suelen llevarse muy bien con los niños, aunque siempre se recomienda la supervisión.

Mito 3: Los galgos son difíciles de entrenar

Algunos creen que los galgos son difíciles de entrenar porque son muy independientes. Si bien no son tan proclives a complacer como otras razas, son inteligentes y tienen gran capacidad de aprendizaje.

La clave para entrenar a un galgo es la paciencia y el refuerzo positivo. Responden bien a las golosinas, los elogios y la orientación amable. Los métodos agresivos son contraproducentes y pueden dañar su sensibilidad.

La constancia también es crucial. Establecer reglas y límites claros les ayudará a comprender qué se espera de ellos. Con el enfoque adecuado, los galgos pueden aprender órdenes básicas de obediencia e incluso destacar en actividades de entrenamiento más avanzadas.

Mito 4: Los galgos necesitan mucho espacio

Debido a su tamaño, mucha gente asume que los galgos necesitan una casa grande con un patio amplio. Sin embargo, esto no es necesariamente así. Se adaptan sorprendentemente bien a la vida en un apartamento.

Mientras hagan suficiente ejercicio al aire libre, se relajan tranquilamente en interiores. Su bajo nivel de energía y su carácter tranquilo los convierten en buenos vecinos en los edificios de apartamentos. No suelen ladrar excesivamente ni requieren mucho espacio para moverse.

Los paseos regulares y las oportunidades ocasionales de correr son más importantes que tener un patio grande. Un área segura y cerrada donde puedan estirar las piernas es ideal, pero no esencial.

Mito 5: Los galgos siempre tienen frío

Se suele decir que los galgos siempre tienen frío porque tienen muy poca grasa corporal y un pelaje corto. Si bien son más sensibles al frío que otras razas, no es tan extremo como algunos creen.

Les conviene usar un abrigo o suéter cuando hace frío, sobre todo al salir a pasear. Esto les ayuda a conservar el calor corporal y les impide temblar.

Sin embargo, se sienten perfectamente cómodos en interiores a temperatura ambiente normal. Proporcionarles una cama cálida y evitar las corrientes de aire les ayudará a estar cómodos y contentos.

Mito 6: Los galgos son perros que requieren mucho mantenimiento

Contrariamente a la creencia popular, los galgos son perros que requieren relativamente poco mantenimiento. Su pelaje corto requiere un cuidado mínimo y, por lo general, son perros sanos con pocos problemas de salud específicos de la raza.

Requieren atención veterinaria regular, incluyendo vacunas y desparasitación. Sin embargo, no son propensos a la muda excesiva ni a los problemas de piel, comunes en otras razas.

Su naturaleza tranquila y silenciosa también facilita su cuidado. No requieren atención ni estimulación constantes, y se conforman con pasar tiempo solos mientras sus dueños trabajan o estudian.

Mito 7: Todos los galgos son iguales

Como cualquier raza, los galgos tienen personalidades propias. Si bien comparten rasgos comunes como la dulzura y el gusto por descansar, su temperamento puede variar considerablemente.

Algunos galgos son extrovertidos y sociables, mientras que otros son más reservados y tímidos. Algunos son juguetones y enérgicos, mientras que otros son más tranquilos y apacibles.

Es importante conocer a cada galgo y evaluar su personalidad antes de adoptarlo. Pasar tiempo con ellos te ayudará a determinar si se adaptan bien a tu estilo de vida y a tu familia.

Mito 8: Los galgos no pueden vivir con gatos

Si bien los galgos tienen un fuerte instinto de presa, muchos pueden convivir sin problemas con los gatos, especialmente si se les presenta adecuadamente. La socialización temprana es clave.

Los galgos adoptados directamente del hipódromo pueden requerir una introducción y supervisión más cuidadosas, ya que podrían no haber estado expuestos a gatos previamente. Es fundamental evaluar el temperamento individual de cada perro.

Algunas agencias de adopción se especializan en encontrar hogares que admitan galgos. Con un manejo y entrenamiento adecuados, suele ser posible una convivencia pacífica.

Mito 9: Los galgos sólo sirven como perros de carreras

Los galgos suelen considerarse únicamente perros de carreras, pero son excelentes mascotas una vez finalizada su carrera. Se adaptan bien a la vida en casa.

Muchas agencias de adopción se especializan en encontrar hogares para galgos de carreras retirados. Estos perros suelen ser sorprendentemente bien educados y fáciles de integrar en una familia.

Tienen mucho amor para dar y pueden alegrar cualquier hogar. Su pasado como corredores no define su potencial como compañeros cariñosos.

Mito 10: Los galgos no son saludables

Si bien los galgos son propensos a ciertas afecciones de salud, generalmente son perros sanos con una esperanza de vida de 10 a 14 años. Las revisiones veterinarias regulares son esenciales.

Algunos problemas de salud comunes incluyen la hinchazón, el osteosarcoma y el hipotiroidismo. Sin embargo, estas afecciones son controlables con el cuidado y el tratamiento adecuados.

Los criadores de renombre examinan a sus perros para detectar problemas de salud genética. Adoptar de una organización de rescate de renombre también puede garantizarle un perro sano.

Preguntas frecuentes

¿Los galgos son buenos con los niños?

Sí, los galgos suelen llevarse bien con los niños, pero siempre se recomienda la supervisión, sobre todo con los más pequeños. Su carácter apacible los convierte en compañeros pacientes.

¿Cuánto suelen costar los galgos?

El costo de un galgo puede variar según se adopte de una organización de rescate o se compre a un criador. Las tarifas de adopción suelen oscilar entre $200 y $500, mientras que comprar a un criador puede ser mucho más caro.

¿Cuál es la mejor manera de ejercitar a un galgo?

La mejor manera de ejercitar a un galgo es con breves periodos de actividad intensa, como carreras cortas en un área segura y cerrada, combinadas con un par de paseos de 20 minutos al día. Son velocistas, no maratonistas.

¿Los galgos pierden mucho pelo?

Los galgos mudan el pelo moderadamente. Cepillarlos regularmente puede ayudar a minimizar la muda y a mantener su pelaje sano. No se consideran hipoalergénicos.

¿Cuáles son algunos problemas de salud comunes en los galgos?

Algunos problemas de salud comunes en los galgos incluyen la hinchazón, el osteosarcoma y el hipotiroidismo. Las revisiones veterinarias regulares pueden ayudar a detectar y controlar estas afecciones.

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